El reconocimiento de la Acupuntura como especialidad no depende de la demanda pública, ni de los estudios estadísticos basados en la evolución de nuestros pacientes, ni de lo barato que supone su aplicación, ni de si interesa o no a las compañías farmaceúticas, eso sería engañarnos.
La Acupuntura será especialidad cuando pueda competir con cualquier otro área de la medicina con estudios de investigación, siguiendo el mismo método científico que para cualquier otra especialidad. Y es misión nuestra, exigirnos el máximo rigor en demostrar, no sólo la eficacia, sino también el mecanismo de acción de esos efectos, haciendo honor a nuestra condición de científicos.